La imagen de los ángeles siempre ha estado unida a la de Dios, creando el tándem perfecto para todo tipo de meditaciones y rezos, siendo los ángeles mediadores y comunicadores del Señor. En tiempos antiguos, incluso Santo Tomás, dedicó parte de su vida al estudio de los Ángeles, criaturas que le fascinaban por completo.
Según él, siempre tenía que acudir a misa para poder aportarle lo mejor de sus rezos y siempre conseguir el cambio que se merecía, si bien no podía practicar sus rezos, escribirle a los ángeles para lograr el mejor resultado y poder acceder a su bendición divina.
Según él los ángeles en relación a la creación de Dios eran presencias espirituales, totalmente dignas de admiración con un trabajo de guía muy noble y afectuoso hacia los demás, siendo puro y derrochador amor. ¿Estás de acuerdo? la verdad es que la mayoría de personas vemos en ellos la completa esperanza y luz.
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