Hoy me gustaría hablarte de un ejercicio para hablar con tu Ángel: la meditación del espejo. Es algo que también te ayudará a sanar conexiones contigo mismo/a y a entender cómo eres por dentro. Tan solo pon un incienso que te guste y relájate con él. Puede ser de romero, de palo santo o también de sándalo.
Céntrate en tus ojos, reflejados en el cristal del espejo. Invoca a tu Ángel, dile que estás ahí, que deseas sentir su presencia, para preguntarle algo, o simplemente para que te acompañe. Debes saber que a los Ángeles les encanta la benevolencia, la amistad sincera, la nobleza.
Cuantos más puros sean tus sentimientos, antes querrán acudir a ti para poder acompañarte en las dudas que tengas. Siempre te sentirás bien, bendecido y a través de tus ojos contemplarás la bondad de las estrellas que nos componen. Podrás cerrar los ojos en mitad de la meditación o ejercicio y así poder quitarle más partido.
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